volver a página de accesoRamón Gómez de la Serna
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  En Buenos Aires la situación económica es mala.
"Lo peor de la emigración es que fuera de la hora de entrada no tiene apenas leyes preconizantes y todo es según cómo se caiga, con quién se hable, según salga cara o cruz."
Sobrevive con las colaboraciones, en revistas y diarios.
El Mundo, La Nación, El Hogar y Saber Vivir en Argentina, y algunos artículos para Colombia, Venezuela y Perú.
Y las solapas.
"Yo soy un solapista. No puedo ni quiero ocultarlo.
(...)
Yo llevaré escritas más de ochocientas, a quince monedas cada una, ¡y que Dios me las conserve!, porque es lo único seguro que tengo. (Quince monedas de las chicas).
(...)
Es el trabajo menos malo de los trabajos malos (...)
Eso es lo que cuesta mantener la independencia, pero mientras tenga que hacer 'solapas' no acepto invitaciones a recepciones ni demás contrastes del lujo con la tragedia interior. Por lo menos el escritor invulnerado no debe ir a ningún sitio."

El trabajo le ocupa todo su tiempo.
"En España me acostaba a las siete de la mañana, pero en América hay que trabajar más para poder subsistir y me acuesto a las nueve o a las diez de la mañana."
En 1944 mejora un poco su economía, le contratan cuatro artículos literarios para el diario Arriba.
"(...) con toda decisión y sin guardaespaldas, acepté."
Ramón, capítulo XCI de su Automoribundia, escrita en 1948, alterna su corazón de "humorista macabrero" con la exaltación patriótica:
"Mi obra tengo que declarar que es inexistente. He tenido que escribir demasiados artículos para vivir y, por tanto, lo que ha salido entremedias no sé lo que es y no puedo responsabilizarme de ello.
(...)
Cada vez creo más que no existe el tú ni existe el yo; existe sólo la recepción y el ir viviendo hasta morir.
(...)
Así veo a mi España grande, independiente, serena, afrontando con su frente genial y en voluntariosa meditación la ola del mundo, salvada otra vez por el Cid.
Y un día -cualquier día-, por mi cuenta, o si no puedo 'repatriado' -hermosa palabra-, tomaré un barco y daré una sorpresa a las tertulias."