Ramón
Gómez de la Serna
página actualizada a 01/12/04
DICCIONARIO
DE SU VIDA
bibliografía
estudios periodismo
BoletínRAMÓN noticias
foro
anterior< JOSÉ GUTIÉRREZ-SOLANA >siguiente | |
![]() Solana
Las ilustraciones están tomadas del libro Solana, de la colección Los Genios de la Pintura Española, editorial Sarpe, Madrid 1988 |
José
Gutiérrez-Solana nace y muere en Madrid (1886-1945). Su padre -que había nacido en México- se vino a España tras heredar, y aquí vivió dedicado a sus aficiones (ver el capítulo Solana:su vida y su obra, de Atilano Martínez, en el volumen dedicado a Solana de la colección Los Genios de la Pintura Española, editorial Sarpe, Madrid 1988). Ramón parece que le conoce (ver su libro Solana) a raíz de la exposición que realizó en el Circulo de Bellas Artes en enero de 1907. Su pintura Per sécula seculorum le impresionó profundamente, como a dos críticos de quienes recoge testimonio en el libro (Francisco Alcántara, en El Imparcial y José Nogales, en El Sol). Solana también escribe como pinta: Madrid, Escenas y costumbres (1ª serie, es de 1912), por ejemplo: "Al darle un pase muy ceñido cae ante la cara del toro, que se contenta con darle una patada en la barriga. El diestro se levanta demudado, cagándose de miedo y cagándose a media voz en la madre del toro y en la madre de los espectadores. Ya con algo de canguis no piensa más que en librarse de su enemigo, y empieza a hacer barbaridades. Primero coge las banderillas y le coloca un par en el morrillo, luego otro par en la panza y otro en los cuartos traseros, siendo éste el más aplaudido." (de Una corrida de toros en Las Ventas). Solana, hasta que se instala en Madrid a finales de 1917 vive a caballo entre Santander y Madrid, pero tiene tiempo para viajar por los pueblos y hasta para ser peón de la cuadrilla del torero Bombé (ver Solana:su vida y su obra, arriba citada). Dice Ramón: "Solana vive en Madrid con verdadera obsedancia, metiéndose por dentro de todo, asistiendo a bailes de las afueras, merenderos y museos suburbanos del Prado, como el solitario y destartalado Museo Arqueológico donde va a encontrar uno de los mejores modelos de su vida. Bebe vino para catar bien la vida y se acompaña de su inseparable hermano Manuel, artista de alma también -su virtuosismo está en el canto- que se guía por el instinto para encontrar las cosas más suculentas de la vida que hay en la despensa espiritual de su hermano. En Madrid, Solana comprendió la fuerza de la realidad española, el sentido popular de lo ibérico, la aislación de la Península para no hacer otra cosa que exaltar la fisonomía de la vida y abundar en sus detalles bajo una fiera luz y en apartamiento total y voluntario del mundo. De su ascendencia mexicana tiene Solana una predilección por el adorno, por la aglomeración, por el grito desesperado de la máscara." Solana sigue escribiendo y pintando; visita la tertulia de Pombo y por fín se decide a pintar el cuadro que Ramón deseaba: "1º de agosto de 1920.- La tertulia de Pombo necesitaba su cuadro y su pintor. (...) José Gutiérrez-Solana era el pintor indicado para pintar ese cuadro; pero Gutiérrez-Solana no hace más que lo que quiere, y por eso no se lo podíamos pedir. Varios años han pasado esperando que Solana se decidiese un día a pintar ese interior de la Cripta en un cuadro de tamaño natural de más de tamaño natural, diría yo, por lo imponente que ha resultado después de hecho. (...) 17 diciembre 1920 (por la mañana).- Por fin hemos colocado en Pombo el cuadro de la Tertulia. El dueño de Pombo, don Eduardo Lamela, me lo propuso, y yo, viéndole decidido y después de presentarle el caso de las discusiones posibles, decidí a Solana a abandonarlo en Pombo. (...) Juntos los tres [se refiere a los hermanos Solana: José y Manuel, y a él mismo], fuimos a Pombo (...) Convenido quedó que ni el cuadro saldría del Café por abandono del dueño ni por exigencia nuestra, aunque el día que desapareciese Pombo pasaría a ser de mi propiedad, pues ellos me lo habían regalado con impagable generosidad." (de La Sagrada Cripta de Pombo). A estas alturas, Solana ha publicado ya la 2ª serie de Madrid: Escenas y costumbres (1918), y La España Negra (1920), a los que seguirán Madrid callejero (1922), Dos pueblos de Castilla (1924) y su novela Florencio Cornejo (1926). Una primera exposición en París (1928) resulta un fracaso.Pero en 1936, cuando comienza la guerra civil, Solana es famoso y reconocido fuera y dentro de España. Se traslada a Valencia y luego a París, donde publica París (1938). En 1939 vuelve a Madrid, donde fallece en 1945. Son famosas sus anécdotas, y éstas dos las recoge de Ramón José Ruiz-Castillo Basala (El apasionante mundo del libro, Memorias de un editor, Barcelona 1972, pp. 26-27): "(...) en un banquete a Azorín pidió la palabra para expresar la opinión de que le parecía muy bien el homenaje, pero que hubiera sido más justo ofrecer el banquete a Baroja. Al final de otra comida literaria, Solana pidió permiso para cantar algo, y no repuestos los presentes de su estupor, entonó toda la 'Romanza de la rosa', de la ópera 'Carmen' -al parecer no demasiado mal-, y finalizó la actuación con el comentario: 'Para que .. se fastidie Fleta' [el gran tenor aragonés de su época]." En la página http://usuarios.lycos.es/gutierrezsolana/
se puede estudiar la obra -pictórica y literaria- de
Solana. |