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Hipólito Irigoyen 1970-1974. Buenos Aires
exterior de la finca donde vivió y murió RAMÓN
placa conmemorativa
placa en el portal de la finca de la calle Hipólito Yrigoyen 1970-1974

Las fotografías arriba reproducidas han sido tomadas y cedidas amablemente por Lazlo de Suto.

RAMONensuestudiodeBA.jpg (625778 bytes)
Ramón en su gabinete mágico de Buenos Aires
(Rev.Occidente nº1 2ªépoca, abril 1963)

Buenos Aires recibe a Ramón en 1931, en 1933 y, definitivamente, en 1936.
Todas las ciudades de su vida le han servido como escenario para su personalidad y como material de trabajo, con el que convertía en literatura su alma, que vislumbraba en los detalles que sólo él veía.
En 1948 publica Explicación de Buenos Aires, y en el prólogo aclara:
"He procurado dar a mis amigos y compatriotas una clave de Buenos Aires para que se paseen por sus calles y conozcan sus matices como si hubiesen desembarcado en la gran ciudad, tan americana, tan madrileña y tan barcelonesa.
Mi apreciación de los detalles que explica la ciudad está hecha desde aquí y desde allí, en una perspectiva de tiempo y mar.
He querido ver las diferencias y la intimidad de la familiar y extraña ciudad, centro optimista del porvenir, consuelo de finales peregrinos."


En Buenos Aires RAMÓN vivió en el número 1974 de la calle Hipólito Yrigoyen, edificio que se encuentra a una cuadra del Congreso de la Nación.
En el portal una placa conmemorativa colocada en 1967 por la Ciudad de Buenos Aires recuerda al "Genio de la Literatura Española" y cita las palabras de RAMÓN: "Cuando muera quisiera que me llorasen todas las cariátides de Buenos Aires".

Del primer capítulo del libro Explicación de Buenos Aires:
(Buenos Aires es) 

Querer ir a la Puerta del Sol y quedarse en la Gran Vía.
Saber que no se pude decir 'sordo', sino 'corto de oídos'; ni 'ciego', sino 'no vidente'.
Conocer a los herederos, unos jóvenes elegantes y callejeadores, a los que se dirige el anuncio mañanero de '¡Herederos! Anticipamos dinero'.
Oír hablar un idioma extraño detrás nuestro y preguntar al políglota que pasea con nosotros si sabe qué lengua es, y verle quedarse perplejo y concluir que no lo sabe.
Abreviar las palabras, y en vez de Buenos Aires, decir Bs.As, feliz abreviatura como lo es N.S., Idª. y Dª o Admón.
Ver salirle las ramitas recientes al futuro.
Ver curtidas grandes pieles de vaca que parecen mapas.
Impacientarse y gritar: '¡Qué cosa bárbara!'
Un mediodía tan optimista que parece que corre una fuente de sopa en algún lado.
Buenos Aires es todo esto y mucho más: todo lo que les voy a seguir contando a mis amigos y camaradas de España a través del tiempo anchuroso y pampeano con que cuento aquí."

Ver este pequeño comentario de S.S.B.: "Un paseante", perteneciente a la colaboración "Cartas del Sur", publicada en la revista "Letras Peruanas", nº1, junio 1951:
http://200.10.68.58/bibvirtual/lperuana/letrasperuanas1/correo-sur.htm